Las visitas de los primeros días. ¿Qué hacemos con ellas?

visitas de los primeros días
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Acabas de dar a luz a tus bebés y todo el mundo quiere darles la bienvenida. No sabes qué hacer. O sí lo sabes pero no te atreves a decirlo claramente y te da miedo qué dirán.  Hoy te cuento cómo afectan las visitas de los primeros días en el comienzo de tu maternidad y, en especial, a la  lactancia materna y cómo ponerles freno.

Es irremediable. Los gemelos atraen. La familia está deseando conocer a los nuevos miembros. También los amigos y conocidos no pueden evitar venir a cotillear. ¿Qué es eso de tener gemelos? ¿Cómo lo hará la mamá con dos?  Mucha curiosidad y expectación. Muy felices ellos y con toda la buena intención.

Quizás no eres tan drástica como yo, y puedes pensar que bueno, si es sólo una visita no pasa nada,  pero ¡no! Primer error. La gente va a querer no solo verlos, sino también cogerlos, besarlos, y por supuesto estarán en disposición de comentar y opinar sobre el parto y la lactancia materna, vuestra lactancia materna, de la que no tienen ni idea porque, a no ser que hayan amamantado a gemelos,  nunca la han experimentado, por no decir que nunca la han visto. Ponte en situación.

¿Por qué las visitas de los primeros días deberían ser pospuestas a otro momento?

No te voy a contar nada nuevo, sólo tienes que preguntar a cualquier madre, no necesariamente de gemelos, sobre estas visitas de los primeros días y te dirán seguramente que lo peor viene después,  cuando se van y te quedas sola con tu pareja y dos bebés que no hacen más que llorar y entonces empieza la función, la verdadera función. Igual no pasaría si hubieras estado tranquila en compañía de tu pareja. ¿Por qué deberían ser pospuestas estas visitas de los primeros días?

  • Porque la madre está cansada y sensible. Cualquier madre a la que preguntas qué tal en los primeros días te comenta que las visitas han resultado agotadoras. Después de esas primeras horas mágicas,   aprovecharás que están durmiendo los bebés y recuperas fuerza para lo que se avecina.  Si no hay un control de las visitas no te dejarán descansar.  Es un momento muy delicado en el que nada más y nada menos que están empezando a manejarte como mamá, te invaden miles de emociones al mismo tiempo, fruto de esa revolución hormonal del parto, y cualquier comentario “bienintencionado” te puede afectar.  Las visitas de los primeros días  vienen de paso y luego pueden dejarte el muerto de dos bebés sobre estimulados por los ruidos y los arrumacos. Pueden ser visitas de esas rápidas y fugaces que vienen a hacer la visita del médico, o todo lo contrario, aquellas que vienen a pasar la tarde, no se sabe muy bien a qué, si es para contemplar la preciosidad de tus hijos o para presenciar un show y cotillear lo bien o mal que lo lleváis. Peor en casa, si además te sientes en la obligación de ponerles un café y unos pastelitos.
  • Porque los bebés necesitan especialmente a su madre. Le damos mucha importancia al contacto piel con piel precoz. Nada más nacer el bebé se coloca sobre la madre,  piel con piel,  y se inicia el vínculo entre los dos (o tres). La guía del Ministerio de Sanidad sobre la atención al parto normal recomienda, basado en evidencia científica, que no debe haber separación innecesaria, ya que se puede perturbar el normal desarrollo de este lazo y el inicio de la lactancia. Pero esto no se limita solo a la primera  hora, sino que es continuado. El bebé a quien necesita es a su madre. Nada tiene sentido para él si no es encima de su madre. Y esto es así literalmente, porque su madre es la que lo tiene todo. En los primeros días, salvo la madre, sólo el padre o como mucho la abuela, o quien haga la función de apoyo de sustitución del papá, puede coger a los bebés cuando la madre lo desee, no cuando ellos quieran. Y esto es así porque con dos bebés, el proceso de vínculo y la lactancia es más costoso y necesita que todo ofrezca la mejor situación, y suele ser sobre el pecho de su madre.
  • Porque los bebés están empezando a aprender a  mamar. Durante este tiempo el bebé realiza su primera toma, que debe ser respetada y sin interferencias. Más tarde, cuando la madre regresa a su habitación el bebé entra en letargo que puede durar bastantes horas, y luego despertará para empezar a mamar con mucha intensidad. Esto es algo necesario y clave para establecer la producción de leche en el futuro. Si hay demasiadas visitas los primeros días se pierden oportunidades para que los bebés mamen y se les sobre estimula en exceso, lo que da lugar a que reaccionen para regular su estrés elevando su demanda, porque el pecho no es sólo leche, es mucho más. Esto es lo que no entienden muchas personas de la familia o en general todos los que vienen a hacer esas primeras visitas  de los primeros días, que los bebés maman y maman no solo por comer, sino por muchas cosas más que, a ojos de los no entendidos, se puede sustituir fácilmente para que los bebés no se acostumbren a ver satisfechas sus necesidades así. Un bebé no se tiene que acostumbrar a algo que es instintivo y que necesita para su supervivencia.
Justo cuando tiene que descansar, llegan las visitas, con la alegría del momento, despiertan al bebé, no dejan dormir a la madre y aquí no ha pasado nada. Y no hablemos del momento de amamantar

El papel del padre en el control de las primeras visitas

Los padres son para las visitas de los primeros días como unos perros guardianes. Protegen su nido de las miradas, y sobre todo, de los comentarios indiscretos. Es lo que se espera de ellos, su rol es sostener, apoyar y proteger sin miramientos. Y por encima de todo velar porque lo prioritario sean siempre el bebé y la mamá. Ellos son los más importantes.

Lamentablemente, cuando hablamos de madres que amamantan, es muy difícil poder establecer un horario de visitas adecuado para poder satisfacer a todas. Querido papá, si vienen y la madre está amamantando tendrás que informar de que tienen que esperar, no cometer el error de sacrificar una toma por cortesía. El bebé es prioritario. Aunque sea el Rey de España, a esas visitas de los primeros días les va a tocar esperar.

No te dejes llevar por las sugerencias de nadie que te diga  ” es que ha salido del trabajo cinco minutos para veros, anda, no pasa nada, ¡sólo serán cinco minutos!” Un bebé no puede esperar ni  uno ni cinco minutos, para la madre ese tiempo de espera supone que la toma pueda ser difícil de manejar y perder su confianza, y todo porque accediste a que esa visita entrara sólo cinco minutos cuando el bebé iba a ser amamantado.

Está muy bien que la familia, amigos y conocidos sean tan atentos, pero no debemos olvidar que no dejan de pasar por allí y ver los toros desde la barrera.  Algunas veces vienen con regalos, otras con opiniones bienintencionadas, pero casi nunca a echar una mano de forma desinteresada.

Las madres de las madres y las suegras son un excelente apoyo si antes os  habéis preparado con ellas en el camino de la maternidad/paternidad. Estas mujeres son bienvenidas en los grupos de apoyo a la lactancia.  Muchas de las abuelas han amamantado a sus hij@s con dificultades, han sido mal asesoradas en relación a la lactancia materna en épocas donde se idealizaba la nueva alimentación infantil de base científica. Otras nunca han dado el pecho o destetaron de forma muy precoz porque tuvieron problemas en los que nadie les ayudó de forma eficaz.  Me gusta tenerlas en los grupos de apoyo o informarlas junto a los padres porque se matan dos pájaros del mismo tiro y lo agradecen profundamente. Entonces estas visitas no son visitas cualquiera, son tejido, son red de apoyo verdadero. Facilitan la lactancia y la adquisición de tu rol materno.

El resto de las visitas de los primeros días necesitan normas y límites mínimos para evitar situaciones dramáticas en la intimidad. Poner barreras o límites quizás puede parecerte muy extremista y maleducado,  pero no molestan para nada a las visitas si se lo dices bien.  Con una comunicación positiva se puede comprender la situación que atravesáis. También podéis sugerir que vengan con ánimos de colaborar. Tuppers de comida cocinada, compra…cualquier cosa que os alivie vuestra carga doméstica para dedicaros a los bebés es bienvenida.

2 comentarios en «Las visitas de los primeros días. ¿Qué hacemos con ellas?»

  1. en mi caso hasta las visitas familiares más directas fueron de café, pastas y coger a mis pequeñas y cuando pusimos límite desaparecieron.
    lo mismo pasó con mi segundo parto gemelar, así que quieno está ahora es quien ha venido respetando.

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