Lo que escondía mi maternidad de gemelos

Hoy vengo a hablar un poco de mi vida y maternidad.  ¡Ay, la vida!, que va corriendo a veces tan despacio, y a veces tan deprisa. Hoy quiero  hablar de lo que han supuesto para mí MIS HIJOS, esos SERES MARAVILLOSOS que transformaron mi vida y me hicieron la mujer que soy hoy, más HUMANA y más SABIA. Hoy te cuento lo que escondía mi maternidad de gemelos. 😀

Ya más de 16 años desde que descubrí que la vida cambia cuando te conviertes en madre, y que NADA MÁS VOLVERÁ A SER IGUAL después de tener gemelos al cuadrado.

PARA MI ser madre es LO MEJOR DEL MUNDO MUNDIAL.

¡Porque me ha salvado la vida!

¿Y por qué?, te preguntarás.

Porque después de todo lo que mis hijos me han regalado, el hecho mismo de pensar que podría no tenerlos y no disfrutar con ellos, me quita las ganas de vivir, aunque mi pareja sea la más maravillosa del mundo para continuar a solas.

Y lo mejor, es que el sentimiento del papá es mutuo.  Como el dice, “a tí te encontré en la calle, y mis hijos son de mi sangre”. 😆 

Por supuesto, ha habido, y hay, momentos que dices: “¡qué horroroso!, me tiro por la ventana.”

¡¡LA MATERNIDAD DE GEMELOS NO ES UN CAMINO DE ROSAS!!

Como todas las mamás  tengo mis  altibajos, días mejores y peores y mi rabia porque no me salen las cosas como quiero y al final tengo que pedirle ayuda a mi  Madre o esperar a que me comprenda el papá de las criaturas. 

Nunca he pretendido hacerme una Heroína,  ni lo necesito.

Así que no te lo voy a pedir a tí.

Hace unas semanas empezaba una serie de artículos enfocados en la parte más emocional y psicológica de la maternidad de gemelos.

Te contaba que la literatura científica nos dice que tenemos más probabilidad de que suframos de desórdenes emocionales a lo largo de la crianza, e incluso el propio embarazo.

La depresión posparto está escondida y durmiente hasta que de pronto se despierta.

Puedes leerte antes el primer episodio de esta serie, ¿Sufren las madres de gemelos más depresión posparto?

Yo tenía bastante miedo de que  me pasara, que no pudiera controlar mis sentimientos, porque tenía antecedentes de depresión y era bastante perfeccionista.

Si te soy sincera, en ese momento no pensé en las dificultades típicas de la maternidad de gemelos,  que podría haberlo  hecho, como si iba a dormir suficiente, si podría soportar las tomas frecuentes y el llanto de dos bebés berreando al mismo tiempo.

Quizás pensaba que tenía buen apoyo, que era cierto, y no me  iban a decepcionar.

Mis prioridades en la maternidad de gemelos

Después del nacimiento todo fue diferente a mis temores, también porque en esa depresión anterior y su tratamiento, aprendí muchas cosas, como que hay prioridades ineludibles y cosas que pueden esperar.

Y algo clave: que necesitas AYUDA y no hay que tener remilgos al pedirla.

Lo más importante eres tú y tus hijos, por este orden. 

  • Soy quien primero tiene que estar bien, como madre, mujer y persona. Me tengo que cuidar, ser responsable y tomar decisiones maduras, sopesando las consecuencias. De esto ya  hablé en esta entrada titulada Cómo tomar decisiones acertadas cuando estás pensando en ser madre. 
  • Tus hijos son tu mejor proyecto de futuro. Quieres criar hijos sanos, responsables y humanos. Sus cuidados son prioritarios, en todas sus dimensiones. Cuando te has decidido a tenerlos no hay marcha atrás, y aunque los tengas la mar de cuidados por personal externo, hay algo que no puedes obviar. A los hijos hay que amarlos, porque igual que esperas tú ser amada, ellos aún más.

Ser padres, como dice mi madre, es eso, AMOR y SACRIFICIO… –sacrificio es algo que haces por amor, por alguien, por algo, sabiendo que no es agradable-.

Y yo añado…

¡¡¡Pero sin caer en el error de descuidar TU SALUD FÍSICA Y EMOCIONAL!!!

En el enfoque de la maternidad está la solución. 😉

¿Qué escondes, maternidad?

Los modelos que tenemos de maternidad nos influyen mucho, nos determinan claramente.

A mi me influye mi  madre, principalmente, aunque también otras mujeres del entorno, incluso de los medios. Cada modelo te enseña algo y también te lo oculta.

Por ejemplo, en mi caso.

Yo QUERÍA SER MADRE ya cuando era pequeña. Y quería ser, además,  COMO MI MADRE. 

¿Cómo vivió mi madre su maternidad para que yo quisiera ser como ella?

Mi madre es una de esas mujeres que tuvo que salir obligada a trabajar duro para colaborar en la magullada economía de una familia de seis hermanos,  con un padre cada dos por tres enfermo, que desgraciadamente falleció de cáncer.

Mi abuela, -mi MAMAMAMA-, tuvo que echar mano de su  hermana en ocasiones para poder llegar a cuidar a tanta chavala. Porque menos dos varones, todas hembras.

Mi madre pasó a ser algo así como madre, padre, además de hermana mayor.

Y claro, también tenía sus propias referencias de maternidad en su madre y pronto asumió una responsabilidad y compromiso sin ser madre.

Hoy podría tenerlo TODO si ella quisiera, porque es que además mi madre es la leche, vale un potosí.

¡No sé qué habría hecho sin ella!

Podría tener una preciosa peluquería, ser una gran empresaria y tener nuestra vida arreglada sin tener que llorar  porque el presupuesto no llega a fin de mes.

Cuando se casó tuvo que dejar de trabajar porque, bueno, ya se sabe que en aquella época no estaba bien visto que la mujer trabajara fuera de casa.

En esa tradición, esperaban que maternaras y fueras un corderito, sin dar mucha guerra.

Ella siempre me dice, que esa peluquería podría haber sido hoy suya porque su jefa le traspasaría todo la empresa al jubilarse. Lo dice con nostagia y cierto orgullo al mismo tiempo.

Sin embargo  decidió dejar de trabajar para casarse y SER MADRE.

Porque quería ser madre.

Así llegué yo al mundo, la mayor de tres hermanos. Como ella.

Quiso tener hijos a pesar de todas las dificultades, incomodidades y estrecheces que vivió en su infancia y vio en su madre.

Lo que vemos ahora en cambio es una tendencia a asegurarte un estatus socioeconómico concreto porque sabemos que la maternidad es muy sacrificada.

Cuando mi madre se casó  y empezó a criar todo esto no era tan común, pero en la nuestra sí. Y yo seguí sus pasos.

Cuando tuve a los primeros gemelos lo hice sin estabilidad laboral, es que estaba en paro y mi marido tenía su trabajo de autónomo como pintor, con un sueldo pequeño, pero con el que me apañaba hasta entonces.

Pensé que era el mejor momento, y que más tarde ya vería. Lo que no sabía es lo que se venía encima a nivel laboral en el mundo con la crisis.

En fin.

Cuando mi madre supo que yo era una niña, porque entonces eso de las ecografías no se estilaba, y hasta el parto no sabías qué llevabas en tu vientre, sus palabras fueron. “¡qué pena, una niña para venir a sufrir al mundo!” 

Me dejó impactada. ¿Se estaba quejando mi  madre de su maternidad apenas verme a las pocas horas, después de una separación escandalosa donde no sabía si estaba viva o muerta? Creo que sí, de forma inconsciente.

Es más, aunque insistía mucho en saber si alguno de mis hijos era una niña, con el tiempo se ha reafirmado. “Mejor que no hayas tenido hijas, para que no sufran en este mundo. “

En dos tiempos diferentes, con un recorrido largo como madre, de !!26 años!!

Pienso que la maternidad de mi madre esconde esto. Dolor y frustración, nostalgia, resignación.

Aunque ha sido inmensamente feliz y no se arrepiente de su maternidad ni lo cambiaría por nada el mundo.

Mi madre identifica, reconoce y asume su sacrificio sin casi quejarse.

Como la mayoría de las mujeres, por no decir, TODAS, de vez en cuando se negaba a asumir del todo ese sacrificio sin reproche, porque lo he visto con mis propios ojos.

Recuerdo que sacrificio es algo que haces por amor, por alguien, por algo, sabiendo que no es agradable.

¡Es normal quejarse de vez en cuando y estar hasta las pelotas de todo!

ESTO LO SENTIMOS TODAS LAS MADRES.

Y cada una lo demostramos de una manera, según el momento en el que estamos.

Hoy, como siempre, es importante estar convencida al 100% de que quieres tener un hijo. Porque nadie te fuerza a ello, ni deberías sentirte obligada a hacerlo.

Así mucho más si tienes dos.

Mis gemelos son todo espontáneos. Cuando te enteras de que estás esperando gemelos suele ser ya bastante tarde, a los 3 meses. No hay cambio de ruta que valga.

En cambio la mayoría de los gemelos a día de hoy son más fruto de la reproducción asistida. El más conocido es la Fecundación In Vitro.

Aquí ya aceptas de entrada una maternidad de gemelos sin saber las consecuencias. Asumes el riesgo porque quieres ser madre. En algunos países hay un límite de blastocitos determinado y sólo se permiten dos, pero es que ya dos es un riesgo.

En la literatura que consulté para redactar la entrada de la depresión posparto, una de las cosas a las que se hacía mención era a la importancia de saber a lo que te enfrentas cuando te sometes a una fecundación asistida con más de un embrión. Porque sabían que los padres de gemelos nacidos por FIV presentaban mayores riesgos de depresión.

Los investigadores argumentaban que de la información que se le daba a los padres de lo que implica la maternidad de gemelos en términos físicos, emocionales, y sociales,  dependía que los padres aceptaran implantar un solo embrión y no dos.

Así, con unas cifras de gemelos similares a los  gemelos idénticos, porque solo te ponen un blastocito,  habría menos familias sufriendo en silencio el lado oscuro de la maternidad.

Las  ganas de tener hijos después de años de búsqueda, tratamientos dolorosos, costosos y pérdidas gestacionales chocan con  otra realidad diferente.

Con la edad, la costumbre,  la dificultad de la conciliación laboral y familiar y mantener tu situación profesional a flote, la maternidad no es como la pintaban, ni tan maravillosa.

Los sacrificios se asumen con mayores dificultades y tienes menos paciencia.

Por supuesto, la culpa no es de los hijos. Está claro. Ni de unas madres o de otras.

En mi caso, con los segundos gemelos tuve que asumir un riesgo, porque quería ser madre de nuevo y de ello me avisaron los médicos. Y eso que eran gemelos idénticos, muy diferente a la probabilidad de tener mellizos otra vez.

¿Sabes que puedes volver a tener gemelos, e incluso trillizos? Sí, lo sé.

Simplemente, te sale del corazón, del alma, de las entrañas.

Es la llamada del instinto maternal.

SÍ, PORQUE EXISTE

Y si no la sientes no pasa nada, es normal. 😉

No hagamos un drama por esto.

A veces tarda más y otras llega de sorpresa y en ocasiones ni llega.

No eres un bicho raro, te lo aseguro por no querer tener hijos, simplemente eres firme en tus convicciones y demuestras madurez.

Luego otra cosa. 

No hay madres perfectas ni súper madres que no se quejen nuca. Es Mentira. 

Primero porque no hay madres perfectas, segundo porque no hay súper madres y porque no me parece muy acertado ponernos etiquetas, que está muy de moda.

La maternidad de gemelos, como todas, pero multiplicado, esconde estos regalitos amargos, empaquetados en eso llamado sacrificio, hecho por amor, pero desagradable. Un asco vamos.

Así que no es raro que escuches a una comadre afirmar con rotundidad que la maternidad es una gran desventaja para la mujer o que incluso, se arrepienten de haber tomado la decisión llegando a mostrar hasta rabia e impotencia.

Lo primero  es que te escandalizas, ¿cómo puede una madre decir eso?

Escuchemos a la madre, qué nos dice.

Ya solo por tener gemelos, ¡se lo merece!

¿En qué momento se encuentra ahora mismo? ¿Por qué lo dice? ¿Dónde vive? ¿Cómo vive? ¿Está sola? ¿Trabaja? Es que hay tantas cosas que pensar antes de entrar en valoraciones innecesarias…

El contexto social en el que vivimos, la propia cultura, tus ideas, la edad o las ayudas que disponemos influyen en nuestra maternidad y la forma de vivirla.

A lo largo del tiempo ser madre de gemelos idénticos se ha mantenido más o menos estable, la cifra no ha variado  mucho. No en cambio la de mellizos. Ha ido en alza hasta hoy, de una forma exagerada.

Con la incorporación de la mujer al mundo laboral algunas mujeres han dejado pasar el tiempo para reafirmar su estatus profesional y socio económico. Se sienten más seguras para abordar una maternidad que, no lo neguemos, todos sabemos que es un sacrificio.

Esto nos ha llevado a recurrir  a las técnicas de reproducción asistida porque tu potencia fértil se mina con la edad, y  el estrés no ayuda nada.

La edad puede que te haga más madura, pero eso no es sinómimo de más paciente, ya te lo he dicho.

Nuestra economía familiar cuando llegan gemelos se agrava, en algunos casos tanto como para sentirte obligada a continuar trabajando, cuando pensabas en tomarte unos meses tranquila con tus hijos.

O simplemente no te sale del higo perder tu estatus, que tanto te ha costado conseguir. Es tu derecho.

Es muy duro tener que ser madre al 100% cuando estás derrotada después de una jornada laboral, porque criar gemelos es tela marinera. Solo lo sabe la que lo vive.

Esa parte negativa de la maternidad se visto toda la vida, lo que pasa es que se ha silenciado por vergüenza al qué dirán y los medios de comunicación no han ayudado nada realmente a visibilizarlo y ahora nos pilla de nuevas.

Si nos paramos a ver en los medios de comunicación. ¿Ves a las famosas con ojeras, con la tripa colgando, la teta fuera, el pelo desgreñado? Y ¿con  gemelos las ves?

Qué va, vemos madres impolutas, con un cuerpo que parece que no han parido nunca, sonriendo y en todo tipo de saraos y fiestuquis.

En el caso de las famosas que han dado a luz gemelos. Ana Rosa Quintana, Elsa Patacky, en España, y el contexto internacional Jennifer López, Mariah Carey, Angelina Joley.

Todas han mantenido su estatus y parece que no se han resentido ni un ápice. ¿Nos cuentan de verdad lo que esconde su maternidad o solo nos dejan ver lo bonito?

Ninguna a venido a contarnos los infortunios de la maternidad de gemelos, las ves por ahí como si nada. Y posiblemente ellas tengan menos carga en el sentido de que tienen personal externo para delegar y delegar, pero es que el amor, hay el amor no se delega.

Hay que estar con ellos, y mucho, porque es lo que esperan.

A pesar de estas renuncias, sacrificios y nuevas prioridades,  aunque ser madre tienen sus sinsabores y amarguras, todas esas putadas son hojas de un libro que se pasan, que te dejan recuerdos de los que luego sacas provecho sin saberlo, y al final del libro hay un final casi siempre feliz.

Mi  maternidad. ¿Qué ha significado para mí? ¿Qué me ha traído?

Yo sin mi maternidad no soy nadie.

Como mi madre, podría tener hoy uno de los mejores puestos en una empresa de comunicación y no tener restricciones económicas, vivir libre y sin ataduras.

Salir de copas, de restaurantes, irme de viaje con mi marido.  Haber llevado un ritmo diferente de trabajo más cercano a dar satisfacción a mi ego profesional.

Podría haberme permitido ir a grabar documentales donde me hubiera placido, haber acabado ese guión que tenía empezado y quizás ver mi historia plasmada en una película.

Quién sabe, quizás habría ganado un Goya.

Si me pongo a mirar hacia atrás, podría ponerme a llorar de todo lo que he perdido.

Pero como mi madre no lo aproveché porque decidí ser madre.

Por convicción y después de una depresión, también es cierto. ¡Ojo que me podía haber pegado un buen batacazo!

Sin ir más lejos, yo de comunicación audivisual, estoy casi como si fuera a cero, porque viví el analógico y ahora todo es digital. ¡¡Perdí mi carrera!! 🙁 

Seguro que has escuchado el famoso “Los niños traen un pan debajo del brazo”.

Pues es cierto. 😉

Perdí unas cosas, pero he ganado MUCHAS MÁS.

Es lo que escondía mi maternidad sin darme cuenta. 😀 

La maternidad  es un escalón más en tu camino hacia la felicidad, tu felicidad. Sólo un escalón que si quieres te puedes saltar, y no pasa nada.

Si no hubiera sido madre me habría perdido TODO.

  1. Tengo dos PAREJAS de GEMELOS IDÉNTICOS. Y creo que las cosas no suceden porque sí, pasan por algo. Yo estoy aquí para ayudar y eso es parte de mi forma de llevar la maternidad, de acallar a los monstruos que de vez en cuando se  ocultan en ella.gemelos al cuadrado
  2. He conocido a un montón de gente maravillosa gracias a mis hijos, buscando entre páginas webs, foros, grupos, acudiendo a reuniones de padres de gemelos.
  3. He definido aún más cuáles son MIS LIMITES, y hasta dónde puedo llegar sin sentirme apesadumbrada por ello. Esto puede pasarte factura si no lo controles. Siempre hay una solución para ir tirando hasta que crezcan más.
  4. He reconocido que a veces necesito AYUDA y que eso NO ES MALO, ni me tiene que dar VERGÜENZA. Sino me habrían metido otra vez en el psiquiátrico.
  5. He renacido profesionalmente en un sector más gratificante y que me hace MÁS FELIZ. Esto es algo que me reconforta, porque siento que no he perdido mi tiempo.
  6. Además he descubierto que SOLO DESEO ESTAR CERCA DE MIS HIJOS Y MI FAMILIA, lo que ha hecho que descubra todas las posibilidades que ofrece INTERNET para CONCILIAR. Quizás tras los primeros meses de agotadoras tomas y noches sin dormir, de no tener tiempo para mear, ducharte, hablar con tu pareja,  para salir y tomar aire sin tener que correr detrás de alguno que se escapa, puedes momentáneamente pensar que te irías a Villateempujo y no subes. Regalo cuatro niños…uuuuuhh. Se pasa y de verdad, es puro enamoramiento.
  7. Ha recuperado en mi otra vez el deseo por aprender, y hacerlo  junto a mis hijos. Ahora que son más mayores me alegra que les interesen las mismas cosas que a mí y nos gusta aprender juntos. Todo llega, de verdad.

ESTOY  TAN FELIZ DE TODO LO QUE ME HA DADO SER MADRE QUE NO QUEPO EN MI DE GOZO.

Y como lo cortés no quita lo valiente, no te quiero engañar, esto no ha sido un camino de rosas,  todo esto lo he vivido al mismo tiempo,  con:

  • emociones encontradas, confusas, pero por otro lado, normales en la vida.
  • La puta crisis con toda su dureza, que parece que no tiene fin. He llorado lo indecible sintiéndome una inútil total sin saber qué hacer para susbsistir, casi perdiendo mi casa.
  • He tenido momentos de agobio, descontrol y enfermedad por culpa del estrés y el agotamiento.
  • Me he sentido frustrada por no haber alcanzado mis objetivos cuando acabé mi carrera y al compararme con otras mujeres.
  • Desbordada y fuera de mí, al borde de la locura,  porque Criar a Gemelos es duro  y pasa factura. Pero nunca he estado sola y he tenido ayuda. La ayuda de mi madre y de mi marido, porque era lo único que nos podíamos permitir.

Unos consejos de una madre de gemelos que los trae a pares

A lo largo de los primeros años de la crianza de gemelos hay momentos que pueden ser terribles si no tienes ayuda. ES ASÍ. Poca gente te cuenta lo que puedes llegar a sentir, lo que puede esconder tu maternidad.

No quiero decir que no tengas ayuda física, sino ayuda emocional, una tribu que te acompañe y te entienda, que ha pasado por lo mismo que tú y  te entiende. Te diremos  que de vez en cuando puedes sentir cosas horrorosas y te cuestiones si eres buena madre por pensar así.

Que se pasa, sí.  Pero ¡busca ayuda y no te quedes de brazos cruzados!

Mira, yo me puse a escribir mis experiencias y me ayudó mucho.

En su día también encontré mi tribu, luego la dejé, y busqué otra, porque como en todo, tienes tus valores e ideas, y cambiar no es malo, como tampoco rectificar si te equivocaste al hacerlo. Hoy tengo una tribu maravillosa en la que ayudo y soy ayudada.

Me ayudó a sobrellevar mis ataques de ira, me desahoga mucho.

Te digo en serio que en ocasiones te encuentras tan harta y asqueada que puedes liarte a hostias con el mundo diciendo todo lo que se te pase por la cabeza.

Bueno, es una forma de desahogo. Si te sirve, es tu derecho. En este país hay libertad de expresión. Solo cuida no herir a nadie con lo que decides, y sobre todo a tus hijos.

Piensa que ellos no tienen la culpa. Ni tú tampoco por haber decidido tenerlos. La mayoría de las veces es el mundo el que no está preparado y no te ayuda.

Intenta poner las cosas en positivo, apuntar lo que has pasado, cómo lo has ido solucionando.

Esto es  temporal. Pasa. Es parte de tu duelo. Por la maternidad perdida, tus expectativas. Pero luego la reencuentras de nuevo, empiezas a ver la luz, te vuelves a perder, y así hasta que se vayan de casa.

Quizás ahora lo ves muy negro, y luego descubres el maravilloso arcoiris que te estaba esperando.

Ser madre de gemelos es como VIVIR EN UNA MONTAÑA RUSA.

maternidad de gemelos como una montaña rusas de emociones

La mayoría de las veces es sólo un tema de desborde por saturación, pero otras veces puede ser grave, cuidado con la depresión posparto.

Identifica cuáles son los problemas por lo te sientes así de mal, estúdialo con tu pareja, con tu madre, tu amiga, el médico, la psicóloga o la tribu de madres de gemelos.

Puede que ahora pienses así, es pronto y estás aún sensible. Tardamos más en recuperarnos de un mega embarazo y parto. Y los gemelos son niños que necesitan mucho más de tí que otro niño nacido en solitario. Vas más despacio y es lógico perder la paciencia.

Quizás pienses que tu maternidad escondía un monstruo y te arrepientes de haber tomado esta decisión.

Sí, de vez en cuando se esconde alguno, pero no son tan malos como parece. Sólo es cuestión de mirarlos de frente, plantarles cara y llegar a acuerdos para que no quieran ocupar todo el espacio y se conformen con un huequito pequeño.

No vas a devolver a tus hijos ahora, eso estoy segura, pero no vuelques tu frustración con ellos.

Si ves que pierdes el control demasiado, les gritas o incluso, se te va la mano, pide ayuda. Esta no eres tú, son tus  hormonas, es la situación, hay solución.

Mi maternidad escondía cosas muy bonitas, me ha costado verlas, no creas.

Y las cosas que no me han gustado las tengo dominadas. De  vez en cuando los monstruos regresan, te asustan, estás un par de días despotricando y cagándote  en todo lo cagable, y después todo vuelve a su cauce.

Uno de esos monstruos es mi tono alto y mi impulsividad. Algo que me cuesta dominar. Es algo que no lo soporto y poco a poco lo voy controlando, después de 16 años!!!!

La maternidad es ASI, un tesoro por descubrir, pero créeme, no es una Caja de Pandora. No las temas.

Pero como el que avisa no es traidor, que no te engañen.

Si no quieres, no quieres. Que los engaños vienen disfrazados de mil caras.

Si crees que este artículo te ha servido de ayuda puedes compartirlo y llegará a más madres, y podrán descubrir lo que oculta su maternidad, cosas buenas y cosas no tan buenas, pero manejables y controlables.

Déjame tus comentarios. 😉 

Copy Protected by Chetan's WP-Copyprotect.

16 DE MARZO DE 2024

17 P.M Madrid-España

Desde 19,99 euros