Ictericia ¿Por qué mi bebé se ha puesto amarillo?

La ictericia o coloración amarillenta de la piel del bebé es una de las cuestiones de salud que suelen preocupar más frecuentemente  a los padres durante los primeros días de vida del recién nacido.
Habitualmente es una situación pasajera y normal que no tiene mayores complicaciones y que se revierte por sí misma sin tratamientos especiales, pero es importante conocer por qué sucede, cómo tratarla y prevenirla cuando nazca nuestro bebé para evitar complicaciones.
¿Qué es la ictericia?
Ictericia
Jesús con ictericia de 10 mg/dl

La ictericia es la acumulación excesiva de bilirrubina en la sangre que le da a la piel y las mucosas un color amarillento.

Mientras que el bebé está en el vientre materno,  la bilirrubina que produce el bebé es procesada por el hígado de su madre. Una vez que nace el bebé necesita poner en funcionamiento su hígado para realizar el mismo trabajo.

Cuando el procesamiento de la bilirrubina que produce el bebé no es suficiente se produce su acumulación en los tejidos, pudiendo ser complicar la salud del niño si no se trata de forma adecuada.

¿Por qué se produce la ictericia?

Nuestro cuerpo necesita renovar frecuentemente la mayor parte de sus células. Entre ellas sólo las neuronas no son capaces de renovarse. Al nacer el bebé se enfrenta a su primer reemplazo de glóbulos rojos, las células sanguíneas más numerosas que hay en la sangre.

Durante su tiempo dentro del vientre materno el bebé ha necesitado un mayor número de estas células, que también se llaman eritrocitos o hematíes, y que contienen una hemoglobina más afin con el oxígeno. La hemoglobina se encarga de transportar oxígeno hasta todas nuestras células.

Cuando el bebé nace sus pulmones son capaces de producir todo el oxígeno que necesita, por lo que ya no necesita tanta cantidad de hematíes ni que sean especiales, por lo que irá sustituyéndolos progresivamente por glóbulos rojos nuevos y normales.

Para que se produzca tal renovación es necesario que las células antiguas se destruyan. La desintegración de las células rojas de la sangre se llama hemólisis y produce bilirrubina indirecta. Durante toda nuestra vida se está llevando a cabo este proceso, principalmente en el hígado, bazo y médula. Es algo completamente normal, como se ve.

La bilirrubina que se produce en la hemólisis se llama indirecta o no conjugada porque es liposoluble y no se puede eliminar por los mecanismos habituales, así que debe pasar por otro proceso químico en el hígado para convertirla en bilirrubina directa o conjugada, hidrosoluble en sangre.

Así entra a formar parte de la bilis, que suele teñir nuestras cacas, y permite que la bilirrubina se elimine principalmente en a través de ellas, aunque también lo hace por el pis. La bilirrubina directa que no se ha podido eliminar se puede reabsorber y acumular en los tejidos.

La bilirrubina no conjugada se acumula en tejidos como la piel, los músculos y las mucosas, de ahí el color amarillo que tienen algunos niños en los primeros días y que trae de cabeza a muchos padres.
El por qué de la acumulación excesiva de est sustancia suele responder a varias causas. La ictericia como tal no es una enfermedad, es sólo una manifestación de algo que sucede en el cuerpo, que bien puede ser normal o anormal.

¿Cómo se detecta la ictericia?

A simple vista la ictericia se manifiesta con el color típico amarillo anaranjando en la piel. También los ojitos del bebé pueden verse amarillentos

Cuanto más extendida está ictericia, mayores son los niveles de bilirrubina que se presuponen. Un análisis de sangre nos determinará la cantidad de bilirrubina indirecta que tiene nuestro bebé. Existen tablas especiales para valorar de forma adecuada la gravedad de la ictericia con el fin de ponerles el tratamiento adecuado.

Además del color de la piel, otros signos se puede observar en un bebé que sufre ictericia. Es normal que los bebés con hiperbilirrubinemia estén más adormilados de la cuenta, no realicen muchas tomas de alimento y no haga caca suficiente.

Los casos más graves de afectación por ictericia se llaman kernicterus, y afectan a las células cerebrales y el desarrollo posterior del bebé. No se dan muchos casos gracias al conocimiento que se tiene de sus efectos y las precauciones que se ponen para evitarlo.


Tipos de ictericia

La ictericia más habitual  se conoce como fisiológica y tiene unos valores de bilirrubina dentro de unos límites considerados normales (por debajo de los 12 mg/dl). Esta ictericia no suele tener mayor importancia si se trata y vigila de forma adecuada, y  tiende a  resolverse por sí misma en varios días sin necesidad de tratamiento.
Más de un 60% de los recién nacidos sanos a término manifiestan ictericia en los primeros días. La situación combina el exceso de producción de bilirrubina normal, la reabsorción intestinal de la misma y la inmadurez del hígado, que tardará unas dos semanas en conseguir realizar el proceso sin problemas.
Se considera que los bebés alimentados al pecho tienen tienden a padecer ictericia fisiológica con más frecuencia y en mayor grado.
La ictericia fisiológica está relacionada con la alimentación porque parte del problema de la ictericia es la reabsorción de la bilirrubina,  que no logra eliminar por las heces. Cuando hay un déficit en la ingesta de leche el bebé no consigue eliminar el meconio, que contiene mucha bilirrubina.
Precisamente hay una ictericia que está provocada por un mal inicio de la lactancia que suele debutar en la primera semana de vida. Si el bebé no mama lo suficiente y no mama de forma eficaz, es posible que no ingiera suficiente leche calostral y esto impida la correcta eliminación de meconio (el calostro tiene efecto laxante).
La ictericia por lactancia suele aparecer a partir de la segunda semana de vida y puede prolongarse por más tiempo. Es una situación que se considera actualmente como una situación igual de normal que la fisiológica,  y aunque se ha relacionado con la posibilidad de que las β-glucoronidas de la leche materna facilitaran la reabsorción de bilirrubina, o que algunas sustancias pudieran inhibir una enzima presente en el  hígado involucrada en el procesamiento de la misma, es poco probable que sea así y sigue estando poco claro el mecanismo que mantiene la hiperbilirrubinemia.

Cuando la ictericia aparece ya en el primer día, nos enfrentamos a una ictericia patológica, como suele suceder cuando hay una histoincompatibilidad tipo RH o ABO (isoinmunización), que produce mayor hemólisis.

Otras enfermedades pueden originar interferencias en el procesamiento de la bilirrubina, como determinadas enfermedades, infecciones y problemas metabólicos, como la galactosemia o el hipotiroidismo, causadas por la falta de una enzima en el hígado.
Una obstrucción intestinal es también una situación que puede llevar aparejado un aumento de la reabsorción de bilirrubina.

Abordaje terapeútico de la ictericia

Cuando no existía fototerapia, la mayoría de los niños con ictericia grave se sometían a una exanguinotransfusión. Este tratamiento es invasivo y consiste en la sustitución parcial de la sangre que asegure unos niveles séricos por debajo de la neurotoxicidad.
La aparición de la fototerapia como tratamiento no invasivo posibilitó su utilización en mayores casos y con menos sufrimiento.
La suspensión de la lactancia materna por unos días se ha considerado una de las medidas más usadas durante largo tiempo  para bajar de forma rápida los niveles de bilirrubina, pero hoy se sabe que mayor frecuencia de tomas y lactancia materna más precoz provoca una más rápida y más efectiva secreción que garantiza la eliminación rápida de meconio y la reducción del riesgo de ictericia.
En los tiempos actuales con las nuevas recomendaciones y con la mejor evidencia científica disponible, la lactancia materna a demanda y sin restricciones es el tratamiento ideal, por lo que es necesario un apoyo correcto al amamantamiento en los hospitales y centros de salud.

El tratamiento habitual de fototerapia y/o exanguinotransfusión se aplican cuando se sobrepasan los nuevos límites de bilirrubina según sean  bebés a término sanos  o en bebés enfermos y/o prematuros.

Este tipo de medidas ha supuesto una reducción notable del gasto sanitario  por la bajada de ingresos de bebés por ictericia y ha promovido un mayor
éxito en los amamantamientos iniciados.

 

3 comentarios en «Ictericia ¿Por qué mi bebé se ha puesto amarillo?»

  1. Hola Ser Educadora

    lamento la situación que tuvistes que pasar. Es cierto que los bebés necesitan recibir alimento para poder eliminar bien las cacas de meconio y por lo tanto la bilirrubina. Comentas que tu bebé tenía también hipocalcemia. Mira, no soy médico, pero cuando ocurre una hipocalcemia en un neonato puede ser porque le haya faltado oxígeno en la sangre, de esta forma el bebé es normal que durante la etapa fetal haya intentado compensar el déficit captando todo el oxígeno posible y tener por lo tanto más hematíes y por lo tnto, más producto de bilirrubina en la desintegración postparto. Insisto, no soy médico.

  2. Tengo un peque que hace pasado mañana un mes. nació en la semana 37 en perfecto estado y a los 3 días se lo llevaron por hiperbilirrubinemia, tenía un valor de 19 que al parecer es el valor en el que se empieza a tratar, en este caso con fototerapia. En nuestro caso sospechamos que fue provocada por la lactancia ya que a mi no me salía calostro y las enfermeras se saltaron varias tomas de biberón de mi bebé (se las daba yo pero ellas no me proporcionaban los biberones por más que yo se los pedía). La cosa podría no haber ido a más si no fuese por la ‘negligencia’ de las enfermeras. Mi niño se moría de hambre, yo reclamaba biberones y ellas dejaban a mi bebé 6h sin comer nada porque yo debía ponerle al pecho, pero de mi pecho no salía absolutamente nada (pero nada de nada). Cuando ya el peque tenía un color dorado y se lo llevaron se le sumó una hipocalcemia…. Lo pasé fatal aunque sabía que esto es muy normal… no podía dejar de pensar que se podría haber evitado

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