Rechazo del pecho

A veces dar el pecho se puede convertir en una literal y verdadera batalla entre madre y bebé. Cuando un bebé se niega de pronto a mamar la madre sabe que algo no va bien. ¿Por qué se produce el rechazo del pecho?

El día que Jesús dejó de mamar de repente para pasar una semana en ayuno de teta fue preocupante. El rechazo contundente de su teta me hizo pasar mucho miedo, porque no quería que se destetara tan pronto. Aunque tenía más de dos años y para todo el mundo aquello no era el fin del mundo, para él su teta era vida.

rechazo del pecho

“Jesús rechazó el pecho por unas dolorosas aftas bucales. Creía que se destetaba, tampoco quería comer nada, sólo beber. Con mucha paciencia y sacándome leche para dársela en vasito, una noche de pronto se volvió a coger de su teta de chocolate”

Qué se entiende por rechazo del pecho

En este cajón de los problemas, rechazar el pecho supone algo más que no querer mamar. Para algunos bebés se trata de una negativa tajante a coger el pecho, y para otros puede ser que la teta se le escape de la boca y le impida ordeñar la mama de forma adecuada, acabando por desistir.

La inquietud del bebé mientras está mamando también podría entrar en el cajón del rechazo del pecho, ya que en algún momento el bebé empieza a negarse a continuar lactando  a pesar de estar bien cogido, incluso la madre puede ser el factor que provoque la insatisfacción del bebé mientras toma la teta.

Importancia del apoyo adecuado frente la negativa a mamar

El pasado 8 de Febrero tuve la oportunidad de asistir a una pequeña charla que daba Jose María Paricio Talayero, organizada por Entre Mamás, en la que se abordaba este tema tan interesante. Tenía ganas de volver a escuchar a este gran doctor, por lo bien que habla y por lo mucho que ha aportado en la atención de madres y bebés durante la lactancia materna.

En palabras sencillas y en poco tiempo desgranó  el asunto que,  a mi juicio,  es una de las peores situaciones que a una madre puede experimentar durante su lactancia. El dolor que el rechazo produce en la lactancia materna a una madre no es algo que se deba de obviar, diferente al dolor físico, pero dolor al fin y al cabo.

Paricio comentaba que el rechazo puede ocurrir en cualquier momento de la lactancia materna, aunque quizás el que ocurre  en los primeros días y en los meses en los que el bebé depende de la leche materna de forma exclusiva, implique mayor tensión emocional y mayor necesidad de resolución.

El doctor destacaba como curiosidad preocupante la discriminación pediátrica a la que pueden verse afectados los bebés amamantados cuando se acude con ellos a consulta con una problema como el rechazo del pecho (o el alimento).
Mientras que con los bebés de fórmula el pediatra podría automáticamente solicitar pruebas que descartaran un problema de salud, en los bebés amamantados se podría demorar la situación, optando primero por recomendar un biberón de leche fórmula.

Este hecho pone sin duda de nuevo la falta de conocimientos sobre lactancia materna que poseen algunos facultativos de pediatría en el punto de mira. Y todo  a pesar de los esfuerzos en promover  la asistencia a cursos de  actualización en lactancia.

El rechazo precoz del pecho durante los primeros días de lactancia se puede manifestar:

  • Porque el bebé no quiera coger el pecho.
  • Puede que el bebé no mame,  y entonces se retira.
  • Puede que no coga el pecho de forma adecuada o le sea complicado mantener el pecho dentro de su boca.

En cualquiera de los casos lo primero es escucharte con atención, para saber lo máximo posible lo que está pasándote, y luego observar la conducta del bebé.

Es importante descartar problemas de salud y ya que la lactancia es algo que implica a la madre y al bebé, es necesario tomar en consideración a ambos sujetos.

Buscando la causa del rechazo del pecho es más fácil poder establecer las medidas de apoyo adecuadas, que pueden ser diferentes en cada caso. Teniendo en cuenta  la cantidad de beneficios que posee la leche de madre, el interés por resolver este tipo de situaciones debería

La lactancia materna es un derecho de la madre y un derecho de su hijo. Hay

De una teta o de las dos

No es la primera vez que una madre me comenta que su hijo tiene preferencia por un pecho y que del otro apenas mama. Con gemelos este hecho no suele ser frecuente, pero sí es cierto que los bebés toman preferencia por un pecho en particular, lo que obliga muchas veces a realizar una lactancia materna sin rotación.

Generalmente el rechazo del pecho unilateral suele llevar aparejado algún problema de salud. De nuevo es obligatorio tomar en consideración a los dos miembros de la diada, pues el origen puede estar en un simple problema de vacunación del bebé, como en una mastitis de la madre.

Rechazo del pecho tardío o  “huelga de lactancia”

El rechazo del pecho cuando los bebés son ya más mayores y es de aparición súbita puede deberse a muchos supuestos, tanto físicos como emocionales que igualmente merecen un adecuado estudio.

Conviene echar vista atrás para poder buscar en nuestra memoria todo aquello que pueda haber molestado al bebé, que también tiene conciencia. Desde la vuelta al trabajo hasta una disputa familiar pueden estar detrás de que el bebé no quiera mamar un tiempo. Y por supuesto, la posibilidad de que estén malitos.

Aquí podríamos encontrar los casos de negativas a mamar ante la llegada de la menstruación o por haber comido algo diferente.

El falso rechazo del pecho. ¿Se estará destetando?

Hay muchas madres que confunden determinadas señales del bebé con un rechazo del pecho. Nada más lejos de la realidad.

Hay niños que maman en velocidad récord y después de cinco minutos ya no quieren mamar más. Forzarles a mamar más puede suponerle un disgusto a la madre, ya que el niño no desea mamar porque no tiene hambre o está interesado en otras cosas, pero la madre se empeña y acaba viendo en ello un problema. Conviene respetar las señales de los bebés. Cuando tienen hambre comen y cuando no tienen, no tetean.

El reflejo de búsqueda a veces se confunde con una negativa, ya que cuando el bebé mueve la cabeza de un lado a otro en busca del pecho el movimiento es similar a un no. Si el bebé llega muy nervioso al pecho es posible que el bebé realice movimientos parecidos o se pelee con la teta,  y esto puede hacer pensar que no quiere el pecho.

No obstante conviene saber que un bebé raramente se desteta de forma espontánea antes del año, pero que después puede haber niños que simplemente digan que ya no quieren más teta y se acabó. Si después de buscar todas las causas y poner todas las soluciones posibles el niño no regresa al pecho, es su derecho ser respetado.

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