Grietas de la lactancia materna, ¿cómo puedo evitarlas?

Hoy te voy a hablar de algo que seguro que si estás embarazada temes como un nublado. ¿Lo adivinas? Efectivamente: las grietas de la lactancia. Estas hendiduras sangrientas que se abren en el pezón y que son tremendamente dolorosas y el motivo por el que muchas madres empiezan a pensarse si continuar o no con la lactancia materna. Esta preocupación te llevará a buscar remedios de todo tipo para evitarlas a toda costa. ¿Cómo se pueden evitar las grietas de la lactancia?

Prevención prenatal de las grietas de la lactancia

Las grietas de la lactancia son lesiones en la piel del pezón o la areola que están provocadas por una fricción constante del pezón contra la  superficie dura del paladar o su aplastamiento entre las encías.

Se han intentado prevenir muchas veces a través de remedios caseros como cremas  y ungüentos magistrales para que esta piel no se dañe cuando el bebé empieza a mamar.  La teoría que ha llevado a proponer este tipo de remedios refiere que así así se endurecen los pezones y se evitarán las grietas.

También se han propuesto con el mismo objetivo la fricción regular del pezón y la areola con superficies más o menos rugosas (como guantes de crin) para que el pecho se acostumbre y entonces en el momento crítico la piel ya esté preparada. Otras recomendaciones más suaves refieren que con ejercicios de estiramiento y rodamiento el pezón adquiere la protusión adecuada para que el bebé mame y también se endurezca el pezón.

¡Ni se te ocurra endurecer tus pezones con nada! Esto es un no rotundo.

No hay crema que valga para evitar que salgan las famosas grietas de la lactancia, ni te va a servir de nada traumatizar tus pezones antes para evitarlo después. ¡Es absurdo! 

Si lo que quieres de verdad es evitar las grietas la prevención más saludable y barata es que tu bebé se coja al pecho lo mejor posible, y que recibas todo el apoyo adecuado si en cualquier momento tienes dolor o molestias al inicio de la lactancia materna.

Tampoco tienes que asearte de una forma especial los pechos para que cumplan su función cuando nazca tu bebé, dedícate a disfrutar de tu ducha diaria y deja en paz a tus pechos, que sólos se preparan estupendamente para la lactancia.

¿Entonces para qué sirve todo lo que venden en las farmacias para evitar las grietas?

Para que te  gastes el dinero en potingues y desconfíes de lo que tú sola puedes hacer con tu bebé. Te voy a contar cuál es el mejor potingue para tu pecho.

En la zona del pezón y areola vas a encontrar unos pequeños  granitos que se llaman Tubérculos de Montogmery, que son las salidas de unas glándulas muy pequeñas que segregan un líquido especial que protege tu pecho y lo hidrata.

Además, esta secreción desprende un olor especial para que tu bebé lo identifique cuando lo pongan sobre tu abdomen y encuentre el pecho. Los niños que pueden seguir este aroma se enganchan antes y mejor.¿Ves que todo lo tienes tú?

Causas de las grietas de la lactancia

La causa más frecuente de grietas de la lactancia es la succión inadecuada del bebé. Si el bebé está posicionado de una forma incorrecta el bebé tendrá dificultades para hacer un agarre profundo de la tetina formada por el pezón y la areola. A estas grietas se las llama grietas por mal posicionamiento.

También pueden surgir grietas:

  • Cuando el bebé tiene un patrón de succión alterado porque durante el parto ha sufrido manipulaciones que han descolocado estructuras imprescindibles en la función de succión que tiene que hacer del pecho.
  • Cuando tiene un problema congénito que afecta a su anatomía de la boca, como un frenillo sublingual corto o una barbilla muy pequeña.
  • Cuando hay una desproporción evidente entre el tamaño del pezón y la boca del bebé o determinada morfología del pecho.
  • Algunos investigadores han sugerido la capacidad epidemiolítica, es decir, de romper la piel y generar heridas como las grietas de la lactancia, de algunas mastitis.
  • Un traumatismo como un mordisco del bebé.

Cómo evitar las grietas por mal posicionamiento

Déjame que me centre hoy en un tipo de grietas de la lactancia, las causadas por un mal posicionamiento del bebé al pecho. ¿Y por qué? Porque lo vas buscando es precisamente cómo evitarlas, ¿no? Y esta es la forma más clara de hacerlo.

Para que el bebé no produzca grietas tiene que estar colocado en una posición lo más biológica posible, y esto es una posición ventral, porque nuestras crías se alimentan así, boca abajo, sobre el nuestro vientre.

Esta es la forma más instintiva en la que un bebé desplega sus encantos para un enganche óptimo. Si quieres ver cómo es este enganche espontáneo y como permitir que tu bebé tenga la oportunidad de tener el mejor enganche luego, léete primero esta entrada.

Después de este primer enganche necesitarás volver a poner a tu bebé al pecho todas las veces que sea necesario, y se deben cumplir las mismas premisas.

Si lo haces en lo que llamamos posición biológica supone que tu estarás semi reclinada sobre la cama o el sofá y el bebé sobre ti boca abajo, justo con la cabeza entre los dos pechos, a la altura de los pezones más o menos.

En esta posición es como más seguro se encuentra. Aquí puedes ver un ejemplo de Lauren Reyes, IBCLC con una mamá.

Luego tienes otra forma de colocar al bebé a mamar con un enganche lo más óptimo posible, totalmente asimétrico. En estas posiciones tú sueles estar sentada y hay que seguir unos lineamientos para que el bebé pueda activar sus reflejos y hacerlo todo él solo.

  • Siéntate cómoda y coge a tu bebé de tal manera que esté muy pegado a tí, súper pegado.
  • Observa la cabeza del bebé y procura que esté frente al pecho de tal manera que no tenga que hacer movimientos extraños con la cabeza, ni llevando la cabeza hacia delante, ni hacia atrás ni ladeada. El bebé tiene que tener una línea recta entre la oreja, el hombro y la cadera. En todo caso como está muy pegado a tí parecerá que se hace una rosca alrededor de tu cintura.

GRIETAS DE LA LACTANCIA

 

  • Sujeta al bebé por la espalda, no por el culete. Si estás en una posición tradicional de cuna, la mano que sujeta al bebé es la del mismo lado que la teta que vas a ofrecer. La cabeza del bebé descansa entre el antebrazo y la muñeca. Si estás en una posición de transición o deslizada la mano que sujeta por la espalda al bebé es la contrario al pecho que vas a dar. El bebé quedará a la altura natural de tu pezón entre el labio superior y la nariz.
GRIETAS DE LA LACTANCIA GRIETAS DE LA LACTANCIA
  • Con el bebé lo más pegado al pecho deja que el pezón toce justo esta zona entre la nariz y el labio superior, así abrirá la boca. Si además quieres exprimir unas gotas de leche, mejor.

GRIETAS DE LA LACTANCIA

  • Deja que el pecho entre sólo, de forma asimétrica, bien profundo. Cuando se coloque dentro de la boca del bebé no rozará con el paladar y será muy difícil que se haga una grieta. Puedes ver una animación para que lo veas más claro. Esta es de la NHS.
  • La boca queda amplia, con una apertura de más de 120 grados, con los labios evertidos, dejando ver más areola por arriba que por abajo. La barbilla o mentón quedará bien pegado, y la nariz quedará muy cerquita, a veces pegada, pero no muy separada. Verás que las mejillas se redondean, y que cuando mama lo hace muy amplio, percibes movimiento en las sienes y en la  ATM o articulación temporo mandibular (donde se encuentran ambas el maxilar superior y la mandíbula). La lactancia no duele, y el bebé transfiere una cantidad importante de leche. Le oyes tragar frecuentemente y no notas sonidos como chasquidos ni hundimientos en las mejillas como si tomara una pajita.
GRIETAS DE LA LACTANCIA GRIETAS DE LA LACTANCIA
  • Fíjate cómo salen tus pezones cuando acaba de mamar tu bebé. ¿Qué forma tienen? Si es redondita, todo va bien, y si es puntiaguda o en pintalabios, hay una succión no correcta. Si nada más agarrarse el bebé sientes dolor y se mantiene, antes de proseguir y para evitar las grietas de la lactancia, saca al bebé del pecho insertando el dedo meñique con la uña corta y limpia. No sigas amamantando así.
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Lo he hecho todo esto y las grietas de la lactancia me han salido

Si has hecho todo lo que te hemos ido comentando, y has visto que el bebé al final te ha hecho una grieta y no estás segura de qué está pasando, pide cita conmigo, o acude a tu grupo de apoyo.

No lo dejes pasar. Aún estás a tiempo. La lactancia materna no tiene que doler.

No dejes que las grietas de la lactancia te arruinen una experiencia maravillosa.

Todas las imágenes son de los excelentes vídeos de http://globalhealthmedia.org

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