Historias de lactancia materna de gemelos: Carmen Delgado.

En nuestra sección de Historias de Lactancia Materna de Gemelos#normalizandolactanciamaternacongemelos, nos envía Carmen Delgado su maravillosa experiencia, esperando que os anime y motive.

Amamantar a gemelos es algo único

Todo comenzó un 29 de Diciembre de 2016, cuando me enteré que estaba embarazada, después de varios meses sin regla, algo que ni si quiera consideraba raro porque tengo ovarios multiquísticos.

De hecho, otra ginecóloga me dijo que me sería difícil quedar embarazada a causa de los quistes.

Precisamente durante esta Semana Mundial de la lactancia materna hemos hablado de la historia que llevan detrás muchas mujeres cuando por fin devienen en madres de gemelos.

Situaciones que pueden hacer que la aventura hasta lograr la gestación sea larga e intensa emocionalmente. Situaciones como la de Carmen, con Síndrome de Ovario Poliquístico, pueden afectar por igual a la consecución de ese embarazo y obligan a ponernos a las Consultoras de Lactancia en alerta, por si pudiera tener implicaciones en la lactancia.

Sobre este Síndrome hablé en el blog de Multilacta y también, junto a otras situaciones, en el live del 3 de Agosto en Gemelos Al Cuadrado Facebook. 

Incluso me puse en contacto con un amigo ginecólogo para que me pusiese un tratamiento para ovular con más frecuencia.

A lo que se negó en un principio porque me veía que me estaba obsesionando un poco cuando tan solo lo había intentado un mes… ¡a todo esto ya estaba embarazada…!

Pero cuando la mente llega a obsesionarse en incontrolable, sobre todo después de un aborto que había tenido en Marzo de 2016. Lo pase tan mal que me negué a intentarlo hasta Octubre de 2016.

Una pérdida gestacional es muy dura para cualquier madre, sea en el momento que sea. Muchas madres pueden demorar el momento de volver a probar por miedo y porque necesitan pasar su proceso. De esto, quien más sabe y te puede contar, y apoyar es Mónica Álvarez, de Duelo Gestacional y perinatal. 

Con la suscripción a su web tiene un descargable sobre cómo transitar este momento tan delicado y necesitado de apoyo y comprensión.

El día 11 de Enero de 2017, me revisó mi amigo y la sorpresa…. DOS… EMBARAZO  MONOCORIAL BIAMNIÓTICO.

Lloré y lloré lo cual no entendía.

“No quiero dos bebés”, decía. 😥

Realmente si los quería, pero me inundé de miedos…

Esta sensación es muy característica.

Cuando deseas convertirte en madre, no sueles pensar en hacerlo por partida doble en una primera intención, aunque he de decir, que una de mis entradas más vistas es de mujeres que quieren tener gemelos, a las que animo, desde el corazón, a leer el blog y darse cuenta de la intensidad que tiene una maternidad así.

Hermosa y agotadora, con muchas sombras en el camino.

Pero los miedos no quedaron ahí, la familia y el entorno se encargaba día a día de recordarte todo el tiempo que había que comprar ropa muy pequeña, biberones, y más y más porque serían prematuras y tendría que marcharme a casa seguramente sin ellas.

Y dar el pecho ni me lo propusiera porque no tendría leche para amamantar a dos ni “loca”. 😮 

Como también que sería cesárea sí o sí (y no lo fue).

Esa fue mi tortura día tras día… llegó a un punto que no disfrutaba mi embarazo y no estaba de humor para atender a nadie.

Yo a todo esto lo llamo GEMELOFOBIA. Es un término que descubrí el año pasado de dos hermanos gemelos, y que lo llevé a mi terreno, porque este punto ellos, como hombres, no lo tocaban.

¿Te suenan algunas de estas frases?

En lo que nos toca, la lactancia.

Una madre de gemelos necesita que la motives, no que la hundas en la desconfianza.

Porque esto se hace desde la más tremenda ignorancia y porque no estamos acostumbrados a ver amamantar a gemelos.

La lactancia materna de gemelos, no es una cuestión de leche, sino una cuestión de tiempo y de facilitación, y mucha convicción, que sí tenía Carmen.

Parece muy obvio que exige un compromiso de todes las personas alrededor de la madre y desde todos los ámbitos sociales, políticos, económicos.

#normalizandolactanciamaternacongemelos

Llego el día del nacimiento de Sara y Carmen en la semana 37+2 un 14 de Agosto de 2017 con un peso de 2890 gr, Sara y 2465gr, Carmen.

Un parto estupendo y con tan solo un punto.

Las niñas se agarraron al pecho nada más ponerlas. Una emoción, que a día de hoy recuerdo y no puedo evitar llorar.

Carmen nos deja esta preciosa estampa de ese primer agarre. Simplemente, maravilloso. Quiero destacar que es el primer agarre, es decir, dentro de las primeras dos  horas.

 

 

A las horas de parir ya estaba como nueva, pero algo más duro me esperaba.

Como veis, no es lo mismo dar a luz de forma vaginal que por cesárea. Por mucho que nos diga que es mejor para nosotras, la recuperación es más lenta y puede ser más difícil conseguir agarres adecuados en los primeros días fruto de las molestias.

Toda madre de gemelos necesita un poco más de tiempo para recuperarse de todo lo que ha sido una gestación de estas dimensiones.

Cuando comenzó la tarde empecé a sentir unos dolores fortísimos en la barriga, donde los médicos lo relacionaban con los dolores de entuerto.

Los dolores se hacían cada vez más insoportables y tuvieron que bajarme de urgencias a quirófano porque algo había en el interior que estaba bien.

No había orinado desde la mañana, el útero no había bajado y la vejiga estaba muy arriba según explicaron.

Cuando llegamos a quirófano, el personal médico observó restos de sangre cuajada y sucia dentro de mí.

Esto suelen ser restos de membranas de la placenta, que pueden ser un problema para la lactancia, ya que el cuerpo piensa que sigue en estado y las hormonas de la lactancia no tienen vía libre completamente para producir leche de forma copiosa. Se actuó con rapidez para evitar problemas.

Tuvieron que limpiar todo, me desgarraron sin anestesia y me dieron 4 puntos.

La peor pesadilla que me han hecho vivir, pensaba que quedaba inconsciente ante tanto dolor.

Perdí mucha sangre y tuve que estar en el hospital una semana.

A causa de esto me desmayaba…

Más tarde llegué a la habitación, y ya familiares habían dado biberones a mis gemelas.

A la familia se le pide respeto por la madre y sus decisiones. Si la madre no había dado permiso para dar esos biberones, nadie tenía ese autoridad para darlos.

Esto es algo que se tiene que comentar con la pareja antes de dar a luz, porque la presión puede ser muy dura y en un estado de máxima vulnerabilidad como el que tenía Carmen, aprovecharon para faltar a su criterio.

Si es necesario dar un suplemento se hace con un medio diferente y menos invasivo para la lactancia materna. Nadie piensa en lo que la madre tendrá que trabajar posteriormente para volver a recuperar el control de todo.

El papel de la pareja aquí es proteger esa decisión de la madre de no usar un biberón (no hablamos de la leche, sino del dispositivo).

Un mensaje para todos estos familiares “preocupados”. La madre ya se ha encargado de informarse sobre lactancia y sabe lo que quiere. El mejor apoyo es facilitar que no tenga problemas y no generarlos.

La familia es bienvenida en el grupo de apoyo para recibir información.

A pesar de lo mal que estaba, la habitación colmada de gente…fue de lo peor que recuerdo.

Sobre las visitas hablo en este post. Una tarea de la pareja,

Pasaban los días en el hospital y en cuanto no me daba cuenta o mi madre o su hermana estaban dando biberones a las niñas, a pesar que yo no quería, según ellas yo no podría criarlas sin ayuda.

Estas cosas las vemos en el Programa de Acompañamiento a la lactancia materna de gemelos con las familias. Cómo comunicarse de una forma positiva con los críticos, escépticos y desconfiados de la familia.

No nos damos cuenta de que cuando hacemos esto estamos “cuestionando”, y “juzgando” a una madre responsable e informada. No valen las confianzas.

De nuevo, la pareja toma el papel en este sentido para proteger de que estas cosas no ocurran y comprometan la lactancia materna.

Aunque yo tenía claro, que si podría.

Para ello, me ayudó mucho el libro de Carlos González “Un regalo para toda la vida”.

Una de las mañanas llegó el pediatra, y me dijo que cómo las estaba alimentando. Les respondí que con pecho y bibe.

A lo que le pregunté que si era necesario dar bibe y me dijo asombrado;

¿Tú que quieres? , respondí .

Intentar darle solo Lactancia Materna Exclusiva

Su respuesta fue:

Tú mandas. Ni caso al resto, fuera bibes.

 

No puedo más que hacerle la ola a este médico. Un médico que confía en la madre, un médico que se preocupa por saber qué quiere la madre y destaca su poder.

A partir de ahí, empezamos con Lactancia materna Exclusiva durante la cual también tuve que soportar comentarios como lloran de hambre… por eso solo quieren teta, porque necesitan más”.

Pues no lloraban de hambre, lloraban de gases y solo quería pecho y brazos, porque lo pasaban fatal.

Decidí hacer colecho para descansar más y han estado hasta los 8 meses con el colecho.

La Lactancia materna Exclusiva es una etapa muy bonita y a la vez muy dura que tienes que soportarla con tu paciencia y mirando la carita de tus hij@s.

Los primeros meses lloraba mucho porque a veces la mente jugaba malas pasadas y me decía que no sería capaz.

Esos meses fueron agotadores hasta los 6 meses que desaparecieron los gases.

Mientras tanto, todos los días desde las 7 de la tarde teníamos que soportar gases en ambas, y en el pecho hasta las 4 o 5 de la mañana.

Aún recuerdo su succión rápida cuando le venían esos retorcijones, pobres mías.

Así estaban tan gorditas, ponían entre 600-800 gr cada una semanalmente.

Tuve que preguntarle a Carmen si no se había equivocado, porque daros cuenta que a la semana hablamos de una normalidad entre  los 150 gramos y los 300 gramos.  Así de potente era la lactancia de Carmen.

Estos bebés pueden luego pasar por periodos de crecimiento más lento.

Solo querían “tetita”, y a pesar de oír que las pusiera al pecho de una en una. Yo las ponía a las dos para que durmieran y despertaran a la vez. Así producía en “leche”…una vaca lechera.

Darles el pecho individualmente o en tándem es una decisión personal de la madre. En los primeros días suele ser buena idea darles individualmente hasta ver el patrón que tiene cada bebé y asegurarnos que la técnica está aprendida.

Carmen nos deja este estupendo vídeo en el que podéis ver cómo lo hacía simultáneamente. Destaco sobre esto, que es una posición más complicada de controlar y puede ocasionar alguna molestia.

Nada que no resuelva el tiempo y la práctica diaria.

Si algún día tenía que salir por algún motivo, cuando llegaba a casa me sacaba con sacaleches eléctrico 500 ml de cada pecho.

A partir de ahí, todo fue a mejor.

Sin embargo cuando llegaron los 4 meses yo seguía con Lactancia Materna Exclusiva, pero la familia cuando menos lo esperaba les estaban dando “papillas” porque las niñas tienen que comer que la teta ni es alimento ni es nada para esta edad.

Tuve que discutir con el mundo…cansada de todos…

La recomendación de la OMS es clara al respecto.

6 meses de lactancia materna como mínimo y a partir de ahí, se ofrecen otros alimentos como complemento hasta los dos años de edad como mínimo.

Luego, cada díada actuará de acuerdo a sus deseos, continuar con lactancia materna o no.

Cuando visitamos al pediatra para las revisiones cotidianas, me dijo que nada de alimentación complementaria mientras pusieran el peso que ya te he citado anteriormente.

Cada vez ponían menos a partir de los 4 meses, pero los 350-500 gr casi seguros.

A los 7 meses empezamos con Lactancia Materna y Baby Led Weaning (BLW).

A los 8 meses decidí sacarlas de mi habitación y ponerlas en una justo al lado, quité  también el pecho durante la noche.

La verdad lo tomaron muy bien, yo estaba con un nivel de ansiedad por separación altísimo, pero tuve que hacerlo por salud.

No podía moverme de los dolores musculares y óseos que tenía a causa de estar con las dos como “Jesucristo” toda la noche en la misma posición.

Llegué a punto que no podía sostenerme…tendinitis en ambos brazos, etc.

Durante 4 semanas se despertaban por la noche un par de veces, les daba un poquito de agua y se echaban a dormir de nuevo.

Las acostaba en parque cuna, así hasta los 12 meses durmiendo juntas y no se molestaban nada porque están echa una para la otra y quien no lo quiera compartir lo respeto, pero pienso eso.

Si se acomodaron durante 37 semanas lo han hecho hasta los 12 meses también sin ningún tipo de problema.

A partir de ahí, mi vida cambió a mejor.

Yo descansaba por las noches y por el día tenía toda la demanda de “teta” que quisieran.

Yo estaba de buen humor y disfrutaba de ellas muchísimo más.

Desde entonces duermen toda la noche en su habitación, cuando me llaman y la escucho por la cámara. – Mamá, Papá Mario.

La otra le contesta a su hermana. – ssshhhshhh Sara ya está a dormir es de noche…. (aquí muero de amor yo).

Y nada Gema, decirte que tengo dos ángeles, que si no hubiera sido por ellas hubiera desistido.

Y que repetiría esta locura de nuevo si hiciera falta.

Lo que muchas personas se ponen las manos a la cabeza cuando me escuchan que me gustaría ser madre de nuevo y que si fueran dos no me importaría.

Para mí la segunda experiencia ha sido mejor que la primera. La veteranía da un grado.

A día de hoy, parece que me pagan por hablar de Lactancia materna con múltiples.

Porque hay tantas futuras mamás que les haría tanta ilusión amamantar y que se han concienciado que no pueden hacerlo porque la gente les ha dicho que “criar a dos bebés con pecho es imposible…”

A estas mamás que me encuentro, siempre les resumo mi historia, porque yo era una de ellas a la que concienciaron para no dar el pecho.

Y luché por conseguirlo y lo hice.

Por último, y no me alargo más para que no pienses “vaya pesada”.

¿Os ha parecido pesada? A mí me encanta.

Ahora tengo que escuchar otra etapa,

¿Cuándo vas a destetarlas?

¿Te morderán y todo?

¿Pero todavía con pecho con lo mayores que son? (23 meses), 😯

Niñas la teta es “asco” tiene “bichos” y los niños se reirán de ustedes… 😯 

Ellas contestan. – asco no, rica la “cheche” jajajajaj. 😆

Espero que la lactancia materna exclusiva se vaya incrementando porque creo que nadie es consciente del oro líquido del que estamos alimentando a nuestros hij@s.

Y la de enfermedades que estamos evitando.

 

Créditos fotografía: Carmen Delgado

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