Lactancia en acción: luchando contra el hambre

Hace tiempo que quería escribir de lactancia en situaciones de crisis y emergencia y lo he ido posponiendo por una cosa o por otra. Aprovechando la iniciativa de fomento a la lactancia y lucha contra la desnutrición infantil que Acción contra el Hambre lleva a cabo en diferentes países afectados por la escasez de recursos tan importantes como el agua, los alimentos, o las medicinas, os cuento un poco lo que suele pasar en situaciones así y por que nuestro reto #LactanciaEnAcción.

¿Qué es una emergencia?

Antes de entrar en detalles conviene repasar el concepto de emergencia. Es una situación especial en la que por algún motivo se pierde el control sobre las necesidades más básicas de la población.

Ese motivo que origina la emergencia es conocido como un desastre, y puede ser de muchos tipos: natural, como un terremoto, una sequía o un huracán; o provocado por el hombre , como una guerra; o de índole sanitaria, como la que puede ocurrir con una epidemia o pandemia.

Las población más afectada en las emergencias suelen ser las más vulnerables: bebés y niños, madres embarazadas y dando el pecho y enfermos.

Cuando una emergencia se nos escapa de las manos o adquiere dimensiones inadmisibles hablamos de una crisis humanitaria, que es lo que estamos viviendo en la actualidad, desafortunadamente, con los refugiados sirios por motivos de guerra y políticos.

También es lo que está sucediendo desde hace tiempo en los países devastados por el hambre y la sequía, y de los pocas veces nos acordamos.

Gracias a los medios de comunicación nos enteramos muy pronto de lo que sucede en cualquier parte del mundo, y gracias a las redes sociales y a internet se movilizan muchas campañas de ayuda para abordar las crisis de una manera organizada. ONGs, asociaciones sin ánimo de lucro,  o particulares aportan su granito de arena para intentar mejorar la trágica situación de tanta gente afectada.

Lamentablemente, como digo, se nos olvida que el hecho de que surja una nueva emergencia no implica la solución de las otras. Hoy nos acordamos de un número de esos países de los que pocos se acuerdan ya, alrededor de Sahel.

La crisis de Sahel

Sahel es  un conjunto de países que se encuentran entre el desierto del Sáhara y las sabanas y selvas africanas, de costa a costa. También recibe el nombre de “cinturón del hambre”. Ya el nombre pone los pelos de punta.

Sahel es una extensión muy grande, atacada no sólo por la pobreza y la hambruna derivada de la sequía, sino también  por conflictos como los que aún persisten en Sudán o Malí.

lactancia en acción en sahel

De acuerdo a los datos proporcionados por OMS-UNICEF cerca de 18 millones de personas están afectadas por esta crisis alimentaria y nutricional, que afecta sobre todo a Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania, Níger, Camerún, Nigeria, Senegal, o Gambia.

Puedes ver en esta infografía  de OXFAM un resumen de los aspectos claves de esta crisis.

La inestabilidad que vive la zona hace que los niños y las madres sean más vulnerables aún, y la inseguridad alimentaria se agrava por momentos.

No hay agua para regar las huertas, ni para dar de beber al ganado, no hay alimento con el que nutrir a los niños más mayores y tampoco los para los animales que sirven de sustento a esta comunidad.

Todo es una mierda. Vaya, creo que hoy voy a decir muchas palabrotas en esta entrada. Pero es que me  he hartado a llorar en el proceso de  documentación para esta entrada.  ¡Imposible no hacerlo!

Podéis ver un poco en qué situación tan lamentable está Sahel en este documental de TVE,  para daros una idea, y lloráis conmigo. Aviso que si no queréis llorar, no lo veáis de verdad.

¡¡Pero algunos lo tenían que ver mil veces!!

Durante todo este tiempo varias organizaciones han trabajado sobre la zona. OMS-UNICEF por ejemplo ha colaborado en el tratamiento de la desnutrición aguda grave, en la distribución de vacunas, mosquiteras impregnadas en insecticida y  otros recursos para reducir el impacto de la morbi mortalidad del área afectada, como en los suministros de agua y la formación de la comunidad para mejorar la agricultura.

Los fondos recaudados para la ayuda al Sahel se destinan principalmente a la protección de toda esta población, formando a los profesionales para poder identificar todos los casos posibles de tratamiento y promoviendo entre la comunidad buenas prácticas saludables, como la lactancia materna.

El fin no justifica los medios

Afortunadamente cuando sucede una emergencia enseguida se disparan las medidas de apoyo que sean necesarias y se movilizan todos los recursos humanos y materiales disponibles.

Casi como un resorte lo primero que aparece es el tema “donación pública”. Es un gesto humano maravilloso muy apreciado que sigue salvando muchas vidas en el mundo. A veces gestionadas por ONGs y otras por intrépidos particulares, es impresionante la generosidad que se despliega desde cualquier confín del mundo.

Las donaciones son un arma de doble filo, porque hay que saber qué tienes que donar y lo que no tienes que donar.

Algunas donaciones proceden curiosamente de las multinacionales que fabrican y distribuyen leche artificial. También ellos como un resorte se apresuran a enviar cargamentos de su leche artificial u otros productos lácteos junto a biberones, tetinas y demás.

¿A que parece hermoso su alarde de altruismo? Lo sería si no fuera por los intereses que hay detrás de esta política de apoyo. Nada más lejos que la realidad.

Estas empresas no regalan duros a pesetas. Esas donaciones se hacen para conseguir algo, como extender y consolidar el mercado de la leche de fórmula. Sólo hace falta echar un vistazo a sus cuentas de beneficios.

La industria de los sucedáneos de leche materna es más que grande y está en expansión; sabemos que la inversión que realizan para promocionar sus productos es infinitamente superior a la que cualquier Estado o Campaña destinada a la Promoción de la salud.

Pero no se trata solamente de las multinacionales de la alimentación infantil, en general no se recomienda que se hagan donaciones de leche artificial ni siquiera de particulares. Aquí es donde la cosa se desmadra.

Algunas personas allegadas a mí se llevaron las manos a la cabeza cuando sugerí que la estrategia de recoger leche de fórmula que, supuestamente, un conocido hospital de la zona había promocionado, no era la medida adecuada para el apoyo de la comunidad saharaui. La respuesta inmediata fue que los niños que no tomaban pecho también se tenían que alimentar.

Te encuentras con afirmaciones así y parece que eres la tocapelotas de turno, que viene a joder al mundo con tu radicalismo de mierda. Y perdonar la expresión, pero estoy hasta las tetas. Como si yo fuera una insensible del carajo.

Quizás os lo puede contar mejor Alba Padró , IBCLC de Lactapp aquí y me relajo un poco. Que me enciendo.

En muchos de estos países víctimas de desastres o emergencias, las donaciones de leche artificial recogidas o regaladas por la industria de la alimentación infantil  suelen ser distribuidas sin consciencia entre toda la población, incluso desde las clínicas, por los propios profesionales. Da igual si la madre amamanta o no, todas lo reciben.

Los resultados de estas donaciones sin control  entre madres y niños lactantes desafortunadamente no tardan en aparecer:  una disminución en las tasas de amamantamiento y  el aumento en las tasas de diarrea y mortalidad entre los niños más pequeños.

En oposición a estas prácticas poco seguras, se pueden ver otras de ayuda a la lactancia como las “Tiendas de campaña de los bebés” que se pudo ver por ejemplo en situaciones como el terremoto de Haití , que están a cargo de la ONG Acción contra el Hambre, que recibe apoyo de UNICEF.

Más cercano en tiempo, la situación en Idomeni, donde muchas compañeras han pasado unos días ayudando a muchas madres en tiendas parecidas. Es mejor que leáis la experiencia de mi querida Ibone Olza de su colaboración con Nurture Project International.

La leche artificial es una alternativa a la leche materna cuando:

  • la madre no puede amamantar a su hijo. Incluso en algunas situaciones que habitualmente estás contraindicadas, como el SIDA, en países de extrema pobreza donde los riesgos de morir de otras cosas -como de diarrea- es más alto que morir de SIDA, la madre amamanta a su bebé.
  • cuando no es capaz de hacerlo, bien porque su cuerpo no responde -suele ser  bien raro si tomamos en consideración a todas las madres- o ha fallecido y no hay disponible otra mujer que proporcione leche materna o lo amamante (nodriza).
  • Hay niños que obligatoriamente tienen que crecer con leche de fórmula porque no pueden tomar leche materna, como los bebés afectados por galactosemia.

Quiero que entiendas que la leche artificial es como un medicamento, no lo tomarías si no fuera estrictamente necesario y como tal, tiene sus efectos secundarios y sus riesgos.

Que, aparte de su uso primario,  al final la leche de fórmula haya degenerado en una opción de alimentación “normal”, no ha sido casualidad. Los sucedáneos de leche materna se ha venido percibiendo como algo moderno y prestigioso, mientras que la lactancia materna se asoció con ser pobre y poco refinada. Si no acuérdate de el “pareces una gitana, todo el día con la teta fuera“. Hoy no sabría decir cuántas gitanas siguen dando el pecho.

No creo que haya persona más tolerante con respecto al uso de la leche de fórmula que yo, y me van a perdonar mis compañeras, porque igual parezco pedante y me he pasado de orgullosa al afirmar esto así de categórico.

Cuando no hay posibilidades de ningún tipo de usar leche materna para un bebé, no se le deja sin alimentación, y se educa a la madre para que le proporcione la leche artificial -curiosamente es preferible que sea  líquida y no en polvo- que le indican de una manera muy específica. En situaciones donde no hay una garantía de higiene se limpia mejor un vaso que un biberón y una tetina. Y esta leche se usa  el tiempo que sea oportuno.

Precisamente el conocimiento sobre este tipo de actuaciones de comercialización inadecuada y poco ética de leche artificial  y sus resultados en mortalidad  o desnutrición infantil debido al uso de los sucedáneos de la leche materna contaminados o diluidos dieron lugar a la aprobación del Código de Comercialización de Sucedáneos de leche maternaen la XXXIII Asamblea Mundial de la Salud en 1981.

El Código es un ejemplo de política o intervención que se hace para facilitar la eliminación de barreras estructurales y sociales que interfieren con la capacidad de la mujer para amamantar de manera óptima.

Hace poco de nuevo la Asamblea de la OMS, en su 69ª Reunión, yendo más allá, insta a regular la alimentación infantil que quedaba: la leche de continuación y de seguimiento.

Determinantes de la lactancia

El inicio y la continuidad de la lactancia materna no es sólo responsabilidad de la madre, hay muchos factores que determinan el éxito de la lactancia.

Entre los determinantes de la lactancia materna quiero destacar  ciertos  factores individuales, incluyendo el asesoramiento y las prácticas que socavan la confianza y percepción propia de eficacia de la madre, que afectan negativamente a la continuidad del amamantamiento.

Ejemplo de ellos son los mitos alrededor de la lactancia en situaciones de emergencia: “el estrés seca la leche del pecho”, “las mujeres con desnutrición no pueden amamantar” y “las mujeres que han dejado de lactar no pueden comenzar otra vez”, que son comúnmente aceptados durante las emergencias por falta de conocimientos.

La serie The Lancet sobre lactancia en 2016 muestra que las mujeres están 2.5 veces más dispuestas a alimentar exclusivamente con leche materna a sus hijos, si existen políticas y programas que apoyen la decisión de las mujeres a amamantar a sus hijos. Un caso especial es Brasil, que ha conseguido aumentar de forma muy notable sus resultados en incidencia y duración de lactancia y es un  buen ejemplo de lo que otros países pueden hacer.

Nunca antes en la historia de la ciencia se ha sabido tanto sobre la compleja importancia de la lactancia materna para las madres y los niños. La promoción de la lactancia materna es importante tanto en los países ricos como en los pobres, y podría contribuir a lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible.  The Lancet, 2016

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Lactancia en Acción: contra el hambre del mundo

Tal y como le dije a mi vecina, esa que se llevaba las manos a la cabeza “no es que no quiera que los niños que no se amamantan se alimenten, es que quiero que lo hagan de la misma forma que lo haría cualquier niño de su edad, sin diferencias: con el mejor alimento disponible y en las mejores condiciones“.

Todos los niños tienen derecho a ser amamantados, y todas las mujeres derecho a amamantar. También todos los estados tienen la obligación de promocionar la lactancia materna, para conseguir el estado de salud más óptimo.  La Convención de los Derechos del Niño  instó a los Estados a tomar las medidas apropiadas para los niños cuyos padres trabajan, y para proteger al público de información inadecuada y sesgada que convence a las madres de renunciar a amamantar.

¿Por qué lactancia es la clave?

La lactancia materna es una intervención que salva vidas y su protección es mayor para los lactantes y niños/as pequeños/as, aparte de reducir notoriamente los efectos del estrés del momento de caos que viven.

  • La lactancia materna provee todos los nutrientes y el agua necesarios hasta los 6 meses, por encima de la mitad o más de los requerimientos nutricionales entre los 6 y 12 meses, y más de un tercio entre los 12 y 24 meses.
  • La leche materna tiene propiedades antiinfecciosas que ayudan a proteger al niño de las infecciones. El calostro, la leche producida en los primeros días, es la primera “inmunización esencial”.
  • La lactancia materna es una alimentación limpia, segura, sostenible.
  • Es el método más económico de alimentación infantil, no hay que comprarlo, no necesita combustible, agua, ni tiempo para la preparación.

Las madres reciben los beneficios de la lactancia en muchos sentidos, no solo de salud. Pueden destinar los pocos alimentos y agua que queda para nutrirse e hidratarse ellas mismas, para los niños más mayores y los adultos. Además el agua es importante para poder regar los huertos, y dar de beber al ganado, que les proporcionan alimentos.

Y que quede muy claro que…

  • Las madres pueden producir mucha leche…aún si están estresadas.
  • Las madres con hambre pueden amamantar y aún producen mucha leche nutritiva para sus bebés, aunque no obtengan suficiente alimento para sí mismas.
  • El amamantamiento puede reanudarse…aún si la madre lo ha suspendido.

Y, como ejemplo, destacar que en Haití, sólo  un programa de promoción de la leche materna a gran escala, consiguió reducir los efectos demoledores de la distribución de leche de fórmula entre la población lactante.

El resto de mis compañeras del reto y yo no nos queremos cruzar de brazos y te venimos a contar sobre nuestra  Campaña de Apoyo contra el hambre centrada en la Promoción de la lactancia Materna.

Porque la situación lo merece, basta ya de injusticia y desigualdad. #LactanciaEnAcción

¿Nos ayudas colaborando con la causa?

Además con tu participación puedes conseguir algunos regalos muy chulos:

Otros post de blogueras en acción:

Maternidad continuum

Madres Separadas

Sara Ribot. Otro mundo es posible mediante la crianza con apego.

3 comentarios en «Lactancia en acción: luchando contra el hambre»

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