The New York Times ha publicado un artículo que bajo el título Breast Milk Becomes a Commodity, With Mothers Caught Up in Debate, habla de la polémica abierta sobre la leche materna como mercancía, que en Estados Unidos es un hecho a través de las cooperativas de mujeres donantes de leche materna. Hoy hablamos del negocio de la leche materna. En una primera parte vamos a abordar el valor de nuestra leche.
¿Cuál es el valor de la leche materna?
La OMS-UNICEF recomienda la alimentación con lactancia materna durante por lo menos los primeros seis meses de vida, y que después se continúe amamantando junto a la oferta otros alimentos hasta por lo menos los dos años de edad. Lo hace con la autoridad de la evidencia científica.
Su valor es de tales dimensiones que la organización ha estimado que se podrían salvar en el mundo nada menos que 800.000 niños de menos de 5 años sólo practicando la lactancia durante dos años. Es un dato escalofriante, sobre todo si nos ponemos a pensar que de momento mayoría de las mujeres están en disposición de amamantar sin problemas a sus hijos.
Una de las ventajas que da valor a la lactancia es que nuestra leche es gratuita y nos ayuda a ahorrar dinero. Gracias a esto todavía algunas mujeres se piensan cómo alimentar a sus hijos antes de optar por la alimentación con leche de fórmula.
Y también hay mujeres, la gran mayoría, que simplemente quieren ofrecer a sus bebés lo mejor que tienen para su crecimiento, desarrollo y para lograr en el futuro su más óptima salud.
Nuestra leche es un tejido vivo dinámico y complejo con unas peculiaridades fantásticas que hacen que sea el ALIMENTO para nuestros bebés y niños y del que cada día se descubren maravillas nuevas que vienen a confirmar el gran poder que tenemos entre manos, y que desgraciadamente se valora tan poco, o es lo que nos quieren contar.
Gracias a estos avances en el conocimiento de la leche materna nos dimos hace tiempo cuenta que, igual que la sangre, se podía recoger, preparar y donar a las madres que podían tener dificultades con la lactancia.
Así es como finalmente surgieron los Bancos de leche materna, donde se recogen litros de leche humana que se someten a unas medidas de control sanitario estrictas y se procesan para ser suministrados de forma segura a los bebés y niños que más lo necesiten, generalmente los prematuros.
Los Bancos de leche justifican el valor de la leche humana por el enorme coste que se realiza en la recogida, procesamiento y distribución de la misma.
El problema que plantea esto es que cuesta creer que se pueda comerciar con algo que se dona, porque la esencia de la donación de un órgano o un tejido humano es que se hace de forma altruista para beneficio de otros, en un ejercicio de solidaridad humana.
Bajo mi punto de vista, no nos debería sorprender tanto que la leche materna haya entrado en el circuito de compra y venta. Quizás no recordamos lo que en su día hacían las nodrizas, que iban a casa de las mujeres adineradas y de posición alta a alimentar a sus hijos a cambio de una remuneración. Es algo que se ha hecho siempre.
Por si fuera poco, los sucedáneos de leche materna que se desarrollaron a principios del siglo XX y que en un principio tenían la intención de sustituir la leche materna de aquellos bebés que no podían recibir leche de su madre o de otras, con el tiempo se ha convertido en una opción más de alimentación para todos los bebés y se ha normalizado así su uso.
La idea de que una madre venda su leche nos puede parecer poco acertado porque se corren determinados riesgos al tratarse de fluidos corporales humanos, más cuando hay estas alternativas.
Conviene recordar que alimentar a los bebés con leche artificial tiene riesgos importantes para su salud y de forma secundaria no amamantar tiene también riesgos para la madre. Por eso antes de sopesar la administración de sucedáneos de leche materna la Estrategia para alimentación de lactante y niño pequeño de OMS recomienda que se utilice antes leche extraída de la propia madre, leche de otra madre o de Banco de leche, por este orden, especialmente con bebés prematuros, de bajo peso y enfermos.
Por si no lo sabías los esfuerzos para conseguir que las madres alrededor del mundo confíen en su capacidad para amamantar y puedan disfrutar de su lactancia son muchos y requieren una importante inversión financiera por parte de los gobiernos e instituciones, porque recibir el pecho hace que todos los niños en el mundo puedan gozar de las mismas ventajas nutricionales y protectoras sin excepción. Es otro punto a destacar para valorar lo que tenemos entre manos.
Hay muchas barreras socio económicas que dificultan que todas las madres amamanten, y los fabricantes y distribuidores de fórmula siguen siendo una de los grandes responsables. Esta industria puede mover en el mundo más de 70 billones de dólares, lo que excede con diferencia la inversión en la promoción de la lactancia materna que pueda hacer el país más rico del planeta.
Así es como lo ve James Akre, Fundador, Presidente y Director Ejecutivo del Colectivo Internacional de la Lactancia Materna, que es un gran experto en los beneficios de la lactancia y las tendencias internacionales en alimentación infantil. En su libro The Problem With Breastfeeding: A Personal Reflection afirma que “en muchos lugares tanto la leche materna como la lactancia materna se han infravalorado, y por contra, los méritos y la seguridad de los preparados nutricionales para lactantes se ha exagerado.”
Akre hace una serie de reflexiones acerca del valor de la leche materna y la lactancia que puede hacer que incluso el político más renuente considere la Promoción de la Lactancia Materna entre su estrategia política y legislativa.
Keith Hansen empieza uno de los artículos publicados recientemente en la Serie de Lactancia de The Lancet, Breastfeeding: a smart investment in people and in economies diciendo que si hoy en día no existiera la lactancia materna y alguien la inventara seguramente se merecería el doble Premio Novel en Medicina y Economía.
Con estas palabras Hansen advierte del potencial que tenemos y hemos tenido en nuestra manos por generaciones enteras y cómo se ha infravalorado este tesoro a favor de la alimentación con fórmula. Así que invertir en lactancia materna es una estrategia inteligente que se necesita considerar de forma global.
Si bien la mayoría de las madres podemos amamantar, y es en lo que hay que insistir en la Promoción de la Lactancia Materna, hay mujeres que por desgracia necesitan leche humana de otra mujer, por causas diversas.
En España, sólo es posible obtener leche de otras mujeres con total seguridad y garantías a través de los Bancos de Leche Materna, y sólo dentro del sistema de salud en ciertos hospitales donde la leche está disponible sólo para un tipo de bebés o niños que cumplen unos criterios específicos.
Ni siquiera todos los niños tienen esta posibilidad disponible si se requiere una suplementación urgente y no hay leche disponible de la madre. Hay prioridades que establecen los médicos.
Esta leche en España es gratis. De la misma manera que las madres no reciben contraprestación alguna por su donación, tampoco se exige a los padres el pago de la misma cuando se prescribe. Y esta es en parte, una de las razones por las que los Bancos de leche le dan el valor excepcional a nuestro oro líquido.
Pero esto no siempre es así, incluso en España. Algunos saben muy bien que detrás de la leche humana hay una mina de oro. Bancos de leche privados y particulares hacen negocio con la leche materna. De ello te hablo en la siguiente ocasión.
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